domingo, 15 de noviembre de 2015

semana 10

El mar actúa sobre las costas de todo el mundo de igual forma, lo único que cambia es en cada lugar es el tipo de rocas que hay por lo tanto se generan elementos paisajísticos diferentes. En las de costa, el principal agente geológico es el mar y su acción es independiente de la zona climática.
Las aguas marinas ejercen una triple acción sobre el medio: erosión, transporte y sedimentación, gracias a tres elementos:
  • El oleaje.-  muy marcado en la línea de costa. Su acción depende de la intensidad del viento de la zona en cuestión, y en algunos momentos, de la actividad sísmica que se pueda producir en los fondos oceánico ( tsunamis y olas gigantes).
  • Mareas.-  movimientos verticales del agua de mar que se producen por la atracción que sobre la Tierra ejerce la Luna, y menor grado, el sol.
  • Corrientes.- las corrientes superficiales se originan por la acción del viento. Las corrientes profundas se producen por la diferencia de temperatura y densidad que se establece en las aguas de las zonas ecuatoriales son cálidas y las de las zonas polares frías. Esta diferencia de temperatura hace que su densidad sea diferente y por lo tanto que se generan corrientes de agua. Esta diferencia de dencidad puede deberse también a una distinta salinidad, por ejemplo, las aguas marinas donde desembocan los grandes ríos poseen una salinidad menor que la que la de mares cerrados, como el mar Muerto. 

Formas de erosión marina

Las formas de erosión en la costa son debidas al choque del oleaje contra las rocas. Este choque continuo provoca dos efectos: compresiones de aire en el interior de las rocas (que se rompen por los lugares más débiles) y abrasión por el golpeteo continuo de las partículas que arrastra el agua contra la roca. El desgaste producido por el oleaje se llama abrasión marina.
Destacan las siguientes formas de erosión por la acción del mar: los acantilados, la plataforma de abrasión, y los arcos naturales, islotes, farallones y cuevas.

Los acantilados

Los acantilados son costas altas, rocosas y abruptas. Se originan como consecuencia del socavamiento producido por el oleaje en la base de las rocas, y el posterior derrumbamiento de la parte superior. Los restos derrumbados se sumarán a las partículas que chocarán contra el acantilado. Como consecuencia del derrumbe, el acantilado retrocede.
En la forma de un acantilado influyen el tipo de roca que modela la costa, así como la disposición de los estratos del terreno en relación con la línea de costa.

La plataforma de abrasión

La plataforma de abrasión es una formación mixta de erosión y sedimentación, aunque esta es solamente temporal. Es la acumulación de rocas al pie de una costa alta, como consecuencia del retroceso y derrumbe de un acantilado. Si la plataforma está emergida, se denomina rasa costera. Se trata de una acumulación temporal, ya que el continuo desgaste al que son sometidos los materiales por parte de las olas causa su fragmentación y erosión. Las partículas arrancadas son transportadas por el agua del mar y forman playas.
OLAS 

Origen de las olas

Las olas son ondulaciones del agua del mar producidas por el viento que sopla sobre su superficie. Basta que existan vientos superiores a 3 km/h, para que se generen pequeñas olas. En las olas no hay traslado de agua, sino sólo un movimiento oscilatorio. Esto se puede notar al flotar un objeto en el agua lejos de la playa: se percibe la onda, pero no se desplaza del lugar. Diferente es cuando la ola llega a la orilla y "revienta"; ahí penetra unos cuantos metros en la playa o choca contra rocas. En las playas se puede observar la rompiente de la ola. Esto se debe a que la base de la ola ve interrumpido su avance de forma cada vez más creciente a medida que la profundidad disminuye; llega a un punto en donde la ola se hace inestable, y cae hacia adelante generando la rompiente. En estos casos, la ola "siente el fondo" cuando la profundidad del océano es la mitad de su longitud de onda, por ejemplo, si la longitud de onda es de 10 metros, la ola sentirá el fondo a los 5 metros de profundidad.


Efectos de las olas

La permanente ondulación del mar provocada por el viento tiene numerosos efectos, tanto en la costas como para los navegantes y deportistas.

TIPOS DE OLAS 
Uno de los movimientos más notables del mar son las olas, que se originan por el impulso del viento. Según la velocidad de éste se forman desde las pequeñas crestas que acarician la playa hasta las encrespadas olas que se producen durante las tormentas. En el mar abierto es donde se observan las olas de mayor tamaño.

Existen varios tipos de olas:
OLAS DE OSCILACIÓN
Se llaman así porque su agua no avanza, solamente describe un giro al subir y bajar casi en el mismo sitio donde se inició el ascenso de la ola.

En las olas de oscilación, se toma en cuenta la altura, que es la distancia vertical entre la cresta o porción más elevada y el punto más bajo de la depresión o surco; la longitud de la ola es la distancia entre dos crestas sucesivas y el periodo de la ola es el tiempo requerido para que dos crestas sucesivas pasen por un punto. 

OLAS DE TRASLACIÓN
Son aquéllas que se producen cerca a la costa, las cuales tocan el fondo, avanzando y estrellándose contra el litoral formando abundante espuma. Al regresar el agua hacia el mar se origina la resaca.

OLAS SÍSMICAS
Son aquéllas producidas por sismos en la corteza oceánica, las cuales son muy peligrosas cuando llegan a la costa. También se les conoce como tsunamis.

Las olas son modeladoras del litoral, ya que el continuo golpear desgasta o reconstruye las playas, perfora las rocas de los riscos y acantilados y forma grietas y figuras fantásticas en ellos (erosión marina).

TIPOS DE ACANTILADO 

Un acantilado es un accidente geográfico que adquiere la forma de una pendiente abrupta. En este sentido, puede aparecer junto a las costas, en montañas o a orillas de los ríos, por ejemplo. Una costa acantilada es aquella que se corta verticalmente, mientras que el fondo del mar acantilado es el que forma escalones o cantiles.

Por lo general, los acantilados están formados por rocas que son resistentes a la erosión y a la acción atmosférica, como la limonita, la arenisca, la dolomita y la caliza.
Un escarpe o escarpa  es una vertiente de roca que corta el terreno de manera abrupta. Se trata de un tipo particular de acantilado, que se forma por un derrumbe o por el movimiento de una falla tectónica.



Existen acantilados que presentan cascadas y grutas en la base. Otros, en cambio, finalizan al final de una cresta. Por otra parte, los acantilados costeros de forma tabular con grandes dimensiones reciben el nombre de farallón.


Cabe destacar que los acantilados se utilizan para la práctica de deportes de riesgo. En el caso de los costeros, los nadadores saltan desde allí para realizar clavados. Los acantilados en montañas permiten realizar saltos en paracaídas o parapente.

Pero no son los únicos deportes que se pueden practicar en ellos. También es frecuente que muchos apasionados de las actividades al aire libre y de aventura recurran a aquellos para practicar, por ejemplo, la escalada. En concreto, diversos son los tipos de esta disciplina existentes y entre todos destaca el conocido como psicobloc.

Dicha modalidad es propia de los acantilados y consiste en que la persona en cuestión, que debe ser muy experta en la materia, realice la misma sin hacer uso ni de cuerdas ni de seguros. Eso sí, se desarrolla en lugares de este tipo donde el escalador, en caso de caída, no corra el peligro de desplomarse ni de golpearse en salientes de roca sino que lo hará directamente sobre el mar.

En la isla de Tenerife se encuentra un lugar donde los vecinos y visitantes practican todo este tipo de actividades deportivas. Nos estamos refiriendo a los famosos Acantilados de Los Gigantes, que se sitúan entre las localidades de Santiago del Teide y Buenavista del Norte.

Los guanches, antiguos habitantes bereber de dicha isla, llamaron a aquellos Muralla del Infierno y es que se caracterizan por el hecho de que son un accidente geológico de tipo volcánico que cuenta con unas paredes verticales de grandes dimensiones, en concreto se hallan entre los 300 y 600 metros sobre el nivel del mar.

Los turistas que llegan a este rincón natural no sólo disfrutan observando estos acantilados sino practicando en su entorno todo tipo de actividades tales como el submarinismo pues la zona cuenta con un fondo marino espectacular.

El acantilado más grande del mundo se encuentra en la cordillera del Karakorum, en Pakistán. Se trata de la pared oriental de las Torres del Trango y tiene una altura de 1.340 metros.
Por otra parte, el mayor acantilado costero está localizado en Kaulapapa, en Hawai. Su altura es de 1.010 metros.


Los factores más importantes que influyen en el desarrollo de los acantilados son:
  • La intensidad del oleaje en la base del acantilado
  • La composición de la roca (compacta o no compacta, estratificación, etc.)
  • El relieve de la costa
Las grutas son las formas más comúnes de los acantilados. Dentro de éstas se distingen: cúpulas, pistas, acanaladuras alveolos, tafonis y gnamas. Dichos modelados en formas de cuevas surgen de la continua perforación de la base de los acantilados por medio de la eficacia de las olas.
Por lo general, se diferencian tres tipos de acantilados:
Los acantilados de oleaje son de pendiente fuerte y de génesis totalmente marina.
Los acantilados compuestos son modelados, en su base, por los efectos del mar, y en su parte superior, por otros agentes extra-marinos, principalmente cuando la roca que los conforman es vulnerable a movimiento en masa.
Los acantilados en sumersión alcanzan grandes profundidades. En vista de que en el fondo del piso marino no hay agentes de ablación, como materiales abrasivos (por ejemplo arena, grava, entre otros), no surgen acantilados de oleaje. En gran parte predomina un receso en la actividad morfogenética del mar.
Un acantilado activo se convierte en un acantilado inactivo cuando el oleaje deja de afectar su base, a causa de la plataforma de abrasión en expansión, de las fluctuaciones del nivel del mar, o por la intervención antrópica. En otras palabras, el trabajo erosivo del mar cesa y el desarrollo posterior del acantilado queda sujeto a los procesos de denudación.

ARRECIFES

Arrecife, en terminología náutica, es una roca, banco de arena, o cualquier otro elemento que yace 6 brazas (aprox. 11 metros) o menos bajo la superficie del agua durante marea baja. Muchos arrecifes son el resultado de procesos abióticos —deposición de arena, erosión de olas planeando afloramientos rocosos, y otros procesos naturales— pero los arrecifes más conocidos son probablemente los arrecifes de coral formados en procesos bióticos dominados por corales y algas calcáreas. Arrecifes artificiales, tales como pecios, se crean en ciertas ocasiones para mejorar la complejidad física en fondos arenosos sin relieve, con el fin de atraer a un conjunto de organismos más diverso, especialmente peces.

ATOLONES
Un atolón es una isla Carolina oceánica, por lo general con forma de anillo más o menos circular, o también se entiende como el conjunto de varias islas pequeñas que forman parte de un arrecife de coral, con una laguna interior que comunica con el mar. Los atolones se forman cuando un arrecife de coral crece alrededor de una isla volcánica, a medida que la isla se va hundiendo en el océano.

MORFOLOGÍA SUBMARINA



CORRIENTES SUBMARINAS


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